¿Te has dado cuenta de que hay quienes se sienten mejor al llegar el verano, mientras que hay quienes se irritan con más facilidad o se sienten más nerviosos cuando llega el invierno? O quizás, ¿Te has percatado que te cae mejor tomar algo caliente por las tardes y que para otro es mejor una bebida fría? ¿Te has preguntado por qué a algunas personas les es más fácil bajar de peso, pero a otras les cuesta más? Llama bastante la atención la forma en que cada persona es un ser único y cómo todo a su alrededor influye en su salud y su estado emocional, físico y espiritual.
El ayurveda es una forma de vida que te invita a reflexionar y observar aquellos movimientos del mundo exterior que te rodean, así como los movimientos en tu interior. Te invita a reconocer cómo cada uno de nosotros es único, pero a la vez formamos parte de una unidad mayor, en el sentido de que todos siento distintos formamos parte de un todo. Esta hermosa filosofía de vida tiene como parte central de su medicina el tema de la alimentación y parte del mismo principio: Lo que comemos nos afecta de manera directa en cómo nos sentimos.
Estamos compuestos por los cinco elementos principales de la naturaleza (éter, viento, fuego, agua y tierra), mientras que la combinación de estos elementos conforma los tres doshas o constituciones: Vata, Pitta y Kapha. Cada uno de estos doshas tiene necesidades, virtudes y desequilibrios distintos, y es por ello que cada una de estas constituciones necesita tratamientos, alimentación y dinámicas distintas.
Se trata de eliminar toxinas de nuestro cuerpo y así ayudar a nuestro organismo a que trabaje correctamente, pero sobre todo aceptarnos como somos, que cada ser es único y bello en sí. Un kapha (de contextura más robusta, con movimientos calmados y pausados) no puede forzarse a ser como un Vata (contextura más delgada, de movimientos ágiles y nerviosos); de la misma manera, los Pitta (pasionales, decididos, impulsivos) serán distintos a los otros.
Hay combinaciones de estos doshas, pero a pesar de que puedan parecerse, cada individuo estará en armonía al aceptarse y cuidarse de acuerdo a su particularidad, no buscando cambiar o copiar de lo exterior lo que está dentro de uno. Desde pequeños desarrollamos un dosha en particular, y, a pesar de que puede variar de acuerdo al lugar donde vivimos, a nuestro estilo de vida, etc., dicha constitución puede ayudarnos a prevenir y curar distintas enfermedades y alteraciones personales siempre que sigamos el ideal del Ayurveda, que sugiere que una persona en armonía y equilibrio es un ser sano.
Podemos pensar que un alimento saludable para uno, lo será también para los demás y en las mismas cantidades. Pero la verdad es que se trata de la combinación especial de estos y de identificar qué necesita nuestro cuerpo realmente. Es una consulta regular de Ayurveda se hace primero una evaluación que sirve para determinar el tipo de dosha de la persona. Luego se ofrece una guía de alimentación y hierbas, especies y otros tratamientos y ejercicios recomendados correspondientes a dicha constitución. La idea es enseñar al paciente a entender cómo sanarse y sentirse mejor, además de reconocer aquello que le hace bien y mal, de modo que con el paso del tiempo pueda ser capaz de llevar a cabo una auto-sanación y prevención.
Entendamos que es un momento de tomar la salud en nuestras manos, el momento de hacernos responsables de lo que comemos, hacemos, pensamos y compartimos con nosotros y con quien nos rodea. Se trata de vivir una vida sana y libre, de pensar en prevenir antes que curar, de observar qué nos hace bien y qué no, de estar atentos a lo que pasa en nuestro cuerpo, de los avisos que nos da y de cómo reaccionamos en semejantes situaciones.