El Blog de Hana

También me gusta el invierno

También me gusta el Invierno

También me gusta el invierno, también me gusta la noche, la música lenta y el color azul 🩵
Últimamente he estado reflexionando, sobre como, al igual que en la naturaleza, en la vida hay estaciones, ciclos, opuestos complementarios… Hay día y noche, luz y oscuridad, verano e invierno, expansión y contracción y, con el paso de los años, he aprendido a encontrar belleza y bondad en todas las estaciones y manifestaciones de la naturaleza, y a través de ellas, he aprendido a darme cuenta, que todas son buenas y necesarias y eso me ha enseñado a tener más fe para poder entregarme al fluir de los ciclos y de los ritmos de la naturaleza y de la vida …

Siento que, en esta época, queremos que sea siempre verano, siempre de día, vivir siempre en la luz, siempre con sol, siempre jóvenes y nos cuesta apreciar la belleza y la bondad del invierno, del otoño, de la noche, del frío, de envejecer… Sentimos terror de entrar en las fases de “oscuridad”, a ir hacia adentro, a soltar, a envejecer y más aún, y aunque sea difícil de nombrar, tenemos mucho miedo de la muerte, en todas sus manifestaciones, sin entender que en el morir, siempre hay un dejar ir, un despedirse de algo, de alguien, de una etapa, y muchas veces un duelo que atravesar, pero también con ese dejar ir, se hace posible, un nuevo inicio, una nueva oportunidad, un nuevo nacimiento…

Es a raíz de esos temores, que intentamos controlarlo todo, o todo lo que podemos, porque esa siempre es una ficción imposible, intentamos evitar entrar en esas estaciones frías, lo cual nos genera mucha ansiedad y nos quita la paz, porque entramos en una lucha contra los ciclos naturales y necesarios de la vida, cuanta paz garíamos si simplemente nos rindiéramos y pudiéramos abrazar la vida completa, entendiendo que todos sus ciclos son necesarios y es posible encontrar belleza y bondad en cada uno de ellos, si, también en la noche, también en el invierno,

Se puede aprender mucho de observar la sabiduría de la naturaleza, es fácil entender que la noche es necesaria para que exista el día, que sin oscuridad, no podríamos conocer lo que es la luz, al igual que sin sentir frío no sabríamos lo que es sentir calor, aprendemos siempre por contraste, al menos en esta dimensión terrenal es así, el conocer una polaridad nos permite reconocer su opuesta complementaria y juntas se completan, nos muestran la unidad.
Recuerdo que escuché una vez esta frase que me tocó “cría siempre a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío” era me dijeron de Lao TSE, un maestro muy antiguo de la china, en esta época en que todos criamos a nuestros hijos tratando de evitarles todo sufrimiento e inclusive cualquier incomodidad, esta frase me hizo recordar la importancia del equilibrio para desarrollar resiliencia y también para poder apreciar con más profundidad y gozo también los momentos de alegría y los días de luz, así que bievenido sea este invierno con la oportunidad que nos ofrece para ir hacia adentro, reflexionar y sentir más profundamente. Que podamos también disfrutar esta estación para florecer luego en primavera, renovados desde adentro.

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