El 27 de Mayo de 2021 se celebra en todo el mundo el Día de Vesak, el día más sagrado del calendario budista. Conmemora el nacimiento del Buda, su iluminación y su tránsito. En esta fecha millones de budistas acuden a los templos, se reunen con su familia espiritual y realizan meditaciones y ofrendas.
“Seguid el noble Óctuple Sendero de las correctas relaciones con Dios y con los seres humanos y alcanzaréis la felicidad”. Buda.
Vivir espiritualmente es vivir expresando la luz y el amor del alma, es ser feliz, es hacer del mundo un lugar mejor. En la luna llena de Tauro se recibe el plan del año y la fuerza para cumplirlo. El desarrollo perfecto de ese plan es el amor, el orden, la armonía parar contribuir a la desaparición del sufrimiento. Trabajar nuestra personalidad para que el plan del alma pueda cumplirse, ser parte de la red de meditadores para que el plan para todos pueda cumplirse, es sinónimo de contribuir al fin del sufrimiento.
No sólo el Plan del año se entrega en la Luna Llena de Wesak, también se recibe Bendición del Maestro Buda, bajo el signo de Tauro, signo de la Iluminación y la Fuerza.
El día de luna llena, toda la multitud, vestida con ropas limpias, predominantemente de color blanco, se congrega en la parte sur del valle, dejando la parte noreste libre para los Grandes. Se sientan en el suelo sobre sus pequeñas alfombras o mantas, de manera ordenada; lo hacen en total silencio, unción y meditación.
Próxima la hora de la luna llena, los Grandes comienzan a llegar con Sus blancos mantos para encontrarse con Sus discípulos y amigos e intercambiar bendiciones, sonrisas y unas pocas palabras joviales.
La misión de todos los Maestros Que forman la Jerarquía planetaria es llevar a cabo el Propósito divino de este planeta, conduciendo a la humanidad desde las tinieblas hacia la luz, desde lo irreal hacia lo real, desde la muerte hacia la inmortalidad, desde el caos hacia la belleza.
De esta manera, una vez por año, en la luna llena de Tauro, la humanidad se carga con las energías de un Gran Amanecer, y a todos los discípulos sinceros se les presenta una extraordinaria oportunidad de expandir su conciencia y, consiguientemente, de servir a su semejante.
La Festividad de Wesak se cumple en uno de los valles sagrados del Himalaya. Se lo celebra en los niveles físico, emocional, mental e intuitivo. Si sólo tenemos un vehículo físico, vemos su parte física; si tenemos un vehículo emocional y nuestro mundo emocional es bastante puro, veremos también el aspecto emocional; si nuestro vehículo mental está construido, podemos ver el equivalente mental de ese acontecimiento, pero si nuestro vehículo intuitivo está construido, podemos ver toda la belleza de Wesak. Podemos ver los rayos cósmicos de luz en funcionamiento; podemos ver todo el proceso de transformación que tiene lugar dentro del campo electromagnético que los Maestros crearon en el valle; podemos ver la radiación que relaciona el acontecimiento con todos los discípulos por doquier; podemos ver a los grandes Señores que asisten en Sus cuerpos sutilísimos, y, a su tiempo, podremos ver el muro eléctrico que rodea al valle a lo largo de muchos kilómetros y rechaza a los que tratan de entrar en la festividad, pero que no están listos.