Hoy en día muchos conocen la terapia floral y las esencias florales descubiertas por el Dr. Bach descubiertas entre 1930 y 1936 en Inglaterra. Las llamadas flores de Bach son tinturas de ciertas flores silvestres, que sirven para tratar estados emocionales negativos como la depresión, los temores, los celos, entre muchos otros.
Es un sistema de en total 38 remedios florales, cada uno para una emoción distinta. En este breve artículo, vamos a explorar la filosofía detrás de este sistema, expuesta en conferencias y escritos dejados como herencia por el Dr. Edward Bach. Bach fue un hombre sabio y sensible, que dedicó su vida a la comprensión del origen de las enfermedades en el ser humano y a buscar una cura para éste.
Médico exitoso en su tiempo, creador además del sistema de esencias florales, de unas vacunas alopáticas que luego homeopatizó, y que se utilizan desde aquella época con muy buenos resultados. A pesar de su éxito profesional, un día decide dejar su consultorio médico, para entregarse de lleno a la búsqueda de remedios naturales que pudiesen curar las causas más profundas de las enfermedades. Como resultado de esta búsqueda, Bach llega a la conclusión que existe una sola enfermedad que es aquella que se produce cuando la personalidad de una persona se aleja de su alma, produciéndose en ese momento, un conflicto que desencadena sufrimiento y síntomas físicos inarmónicos para esa persona.
Bach decía que el alma representa lo que realmente somos, nuestra esencia divina interior, la cual sabe exactamente por qué y para qué estamos aquí, y que buscará la forma de expresarse a través de nuestra personalidad, que es nuestra parte más humana, la cual sí se deja llevar por los impulsos de la primera, encontrará gozo y realización. Por eso, si nosotros trabajamos en algo que no concuerda con los dictados de nuestra alma, tarde o temprano caeremos en depresión si es que no hacemos lo adecuado para enmendar y buscar el camino adecuado. Todo está diseñado de manera que podamos ser felices junto a las personas que queremos y buscar el trabajo que nos de satisfacción y sentido de realización. Somos nosotros los que echamos a perder la fiesta, alejándonos de este plan original, al dejar que otras personas influyan en nuestros caminos, ya sea con malos consejos o interviniendo en nuestras decisiones.
El Dr. Bach también nos enseña acerca de las dificultades que enfrentamos en la vida cotidiana y su relación con las virtudes que necesitamos desarrollar para vencerlas. Nos dice que la vida es como un día en el colegio, donde venimos a aprender sobre la tolerancia, la compasión, la perseverancia, la sinceridad. No somos víctimas más que de nosotros mismos. Si quieres grandes cambios en tu vida, empieza por realizar cambios dentro de ti. Si quieres recibir afecto y amor, empieza a dar en forma desinteresada, si quieres que te respeten por lo que realmente vales, empieza por respetar a las personas que consideras que valen menos que tu; si quieres recibir la confianza de otros, empieza por dejar atrás los chismes y las habladurías en relación con los demás.
Cuentan que la mejor receta para las alergias, es empezar a alabar a todo aquel que está al lado, ya sea tu pareja, tu compañero de trabajo, tu colaborador. La enfermedad no es más que la manifestación de un error pasajero de la personalidad, dado que la esperanza que abrigamos es que tarde o temprano, las energías del creador manifestadas a través de nosotros vencerán todo tipo de obstáculos.