Durante el invierno, el frío, el viento, las lluvias, la humedad y los cambios de presión atmosférica, entre otros factores, propician que haya incremento de algunos padecimientos, especialmente aquellos que involucran procesos neumónicos, álgicos (dolor), reacciones alérgicas y trastornos del estado de ánimo. Las personas inmunocomprometidas o con “bajas defensas”, los niños pequeños, adultos mayores, así como aquellas que tienen algún padecimiento crónico-degenerativo o grave, pueden ser más susceptibles a ellas.
La aromaterapia, representa una manera alternativa o complementaria que contribuye al proceso de sanación, pues los aceites esenciales tienen propiedades biorreguladoras, a la vez que algunos de ellos estimulan las defensas naturales del cuerpo.
Ciertos aceites esenciales tienen la capacidad de eliminar algunos microorganismos del ambiente al ser empleados mediante un ‘difusor ambiental’, coadyuvando a evitar el contagio de ciertas enfermedades. La aplicación de los aceites esenciales, también puede ser a través de baños aromáticos en tina, abluciones, baños de vapor y temazcales, en los que se pueden agregar con agua sobre piedras calientes.
En esta temporada, es especialmente útil impregnar un poco de algodón, una gasa, o un pañuelo de tela y tener a la mano, pues brindan alivio cuando hay enfermedad o malestar. Asimismo, puedes rociar un poco sobre tu almohada, para tener un mejor descanso.
De manera tópica, pueden ser empleados para dar masajes y en puntos vitales de reflexología o ‘vitaflex’. Durante el invierno es recomendable poner un poco en las plantas de los pies, en el pecho, estómago, en las sienes, la oreja y cerca de las fosas nasales. Una manera sencilla de aplicarlo es colocar unas gotas sobre la palma de la mano; puedes poner unas gotas de tu mezcla de aceites indicada y frotar una mano con la otra a la altura del ombligo (plexo solar), después lleva tus manos hacia la nariz, realiza algunas respiraciones pausadas y profundas.
A continuation les compartimos algunos usos de los aceites esenciales durante esta época del año, ya que poseen muchos más.
- Eucalipto: Combate infecciones, problemas para dormir, es antibacterial, antiviral, antiséptico, antigermicida, expectorante, antiálgico, fungicida y energetizante.
- Tomillo: Es un antibiótico natural por excelencia, antibacterial, antifungitivo, antioxidante, combate infecciones y parásitos, digestivo, protege de infecciones virales, activa la circulación, el sistema nervioso e inmune, depurativo, estimula la memoria y es cicatrizante.
- Árbol de Té: Analgésico, antibacterial, antifungitivo, antioxidante, combate infecciones, parásitos, antiinflamatorio, antiséptico natural por excelencia, antiviral, descongestionante, expectorante, estimula el sistema inmune, neurotónico, digestivo y antiviral.
- Jengibre: Antiinflamatorio, energizante, tónico, antiálgico, antibacterial y digestivo.
- Pino: Purificador del ambiente por excelencia, antibacterial, antimicrobiano, antineurálgico, antiséptico, antiviral, expectorante, antiálgico (artrosis), revitalizante, combate la fatiga crónica, el estrés, ansiedad y ayuda a la regulación emocional, a la vez que estimula el sistema nervioso y circulatorio.
- Naranja: Antidepresivo, espasmódico, antiséptico, digestivo, tónico y antiálgico.
- Lavanda: Antibacterial, antifungitivo y un fuerte antiséptico, calmante, antidepresivo, analgésico, anticoagulante, anticonvulsivo, antifungitivo, antiinflamantorio, antimicrobial, antiséptico, antiespasmódico, relajante, antialgico, antiinflamatorio, antiestrés, problemas para dormir o insomnio, ansiedad, antihistamínico, psicastenia, tensión arterial y nerviosa.
- Menta: Analgésico, antibacterial, antiséptico, antiviral, antiinflamantorio y vigorizante.
- Romero: Analgésico, antibacterial, antifungitivo, antiinflamatorio, antioxidante, espectorante, ayuda a combatir la influenza, fatiga mental, psicastenia, combate la depresión, el nerviosismo y estimula la memoria.
- Incienso: Relajante, coadyuvante para aliviar ira, ansiedad, estrés y estados confusionales. Es antiinflamatorio, astringente, antisépticas, desinfectantes, digestivas, diuréticas y expectorantes, tónico, digestivo, ayuda al sistema respiratorio y al sistema nervioso (SN), fortalece el sistema inmune, es antiálgico, antidepresivo, combate el estrés, fatiga mental, psicastenia, ayuda a incrementar la actividad de los leucocitos. Ayuda a reducir los “ruidos mentales”, coadyuvante para la regulación emocional.