¿Qué es un aceite esencial?
Explicado de forma muy sencilla, es el extracto de planta más concentrado, es decir, no diluido y más puro, sin ningún aditivo. Contiene solo las moléculas activas de la marca, sus defensas naturales gracias a un proceso lento y controlado de obtención. Es como si tuviéramos el «licor» de la planta, su «esencia».
2/ El sello AGRICULTURA ECOLÓGICA, del país o lugar, o si es un cosmético, el sello ECOCERT por lo menos.
3/ La mención «100% PURO Y NATURAL», que manifiesta que no está diluido, ni alterado o sintético.
4/ El precio es también un buen indicador; es probable que un aceite esencial muy económico no sea puro o que proceda de una destilación muy corta que no garantice sus beneficios versus uno de mayor precio comprado en una farmacia…
En resumen, da igual que el estuche sea de color violeta y que ponga «Lavanda»: dale la vuelta y mira la etiqueta. Si no hay ningún sello, es muy probable que la lista de ingredientes por orden decreciente, empiece por «agua, aceite de almendras dulces, parafina, etc» hasta que llegues a la palabra «lavanda»…. Sin especificar qué tipo de lavanda es -¡y no!, la lavanda verdadera no contiene las mismas moléculas que la lavanda áspica, aka el espliego, etc- y sin poder saber si es natural,es decir, si procede al 100% de la planta viva o si nos viene de un perfume con olor a lavanda…
¿Qué riesgos para la salud tienen los aceites mal usados?
La toxicidad de los aceites esenciales está muy bien documentada, es decir que el profesional de la salud cualificado sabe cuáles son las moléculas que contiene cada aceite esencial y tiene la capacidad de asesorar sobre su uso correcto. ¿Riesgos? Algunos aceites esenciales pueden provocar fuertes reacciones cutáneas ; como los que contienen fenoles y aldehídos -menta, aejdrea, canela, tomillo, timol, etc. -Estos siempre se tienen que diluir. Una exposición continuada podría irritar las vías respiratorias. Por otra parte, hay personas que pueden ser alérgicas a los aceites esenciales, como otras pueden ser alérgicos al polen: el laurel, incluso al árbol del té tan conocido (el 10% de la población sería alérgica). Para salir de dudas, se puede depositar una gota en el pliegue del codo, esperar unos minutos y ver si aparece una rojez. De forma general, no se recomienda su uso, salvo prescripción médica, en mujeres embarazadas y lactantes, niños menores de 7 años y personas con trastornos convulsivos. Cuando son puros, es decir, cuando se utilizan sin diluir, siempre respetar la dosis y el modo de empleo, como cualquier otro producto, y, por último, recordar que los cítricos son fotosensibilizantes tópicos, así que no se deben aplicar a la piel y exponerse al sol bajo pena de ver aparecer un eritema que deje manchas -salvo que estos aceites esenciales de cítricos se hayan obtenido por destilación en vez de expresión (Mira siempre la etiqueta, que tiene que poner su modo de obtención. Si no lo indica, sospecha).
¿Quién debe prescribirlos?
El médico de familia puede indicar los aceites esenciales puros a evitar si está embarazada o lactante, niños menores de 7 años, epilépticos o que se estén tomando alguna medicación especial, y también prescribirle recetas personalizadas. En el caso de los productos formulados con aceites esenciales «listos para su uso», profesionales como el farmacéutico o el fisioterapeuta, pueden aconsejar correctamente, ya que la mayoría son productos de auto cuidado.
¿Cómo deben usarse los aceites esenciales?
Ingeridas (dosis): Primero, tienen que ser aceites esenciales aptos para su ingestión (buscar en la etiqueta «complemento alimenticio»). Segundo, nunca tomarlos puros directamente en la boca porque pueden quemar. Para diluirlos, se depositan 1 o 2 gotas en un terrón de azúcar, una cucharadita de miel, de aceite de oliva, algo que no sea agua para que se mezclen bien antes de ingerirlos. Esta vía oral es interesante porque se pueden dosificar de manera precisa por gotas y la posología se respetará escrupulosamente.
Inhaladas: se pueden verter en un difusor, de 5 a 15 gotas puras o con humidificador, o bien vaporizar en el aire -con un spray sin gas propelente, o bien echar sobre un textil (pañuelo, pashmina, almohada, pijama, etc). Y por supuesto con vahos. Es una vía de administración sencilla y rápida, especialmente para respirar mejor. En ningún caso se deben calentar porque se quemarían y destrozarían sus principios activos.
Aplicadas sobre la piel: Por su carácter lipófilo, es su vía de aplicación más auténtica, ya que se mezclan con los cuerpos grasos, atraviesan la barrera cutánea en segundos y penetran profundamente. Su acción, rápida, puede ser localizada y/o prolongada. Se aplica puro o diluido, en función de la recomendación asociada a cada uno, en puntos señalados como el interior de las muñecas, el plexo, o sobre zonas sensibles o con masajes corporales o faciales.
10 remedios básicos para…
Muy importante: leer siempre el modo de empleo, las precauciones de uso y siempre consultar al profesional de la salud.
Aliviar una picadura: . Aplicar tres gotas de lavanda áspica 3 veces al día sobre la zona o si es en el momento, cada 15 segundos durante 2 minutos.
Calmar una quemadura solar: Aplicar generosamente una mezcla a partes iguales de lavanda áspica y de aceite vegetal de hipérico y ¡no volver al sol!
Curar una rozadura: Aplicar una gota de salvia esclarea pura sobre la piel 2 veces al día ¡Ojo! No confundir con la salvia oficinal, que se debe prescribir por un médico. Y no utilizar la salvia esclarea si está con un tratamiento estrogénico.
Dormir: Inhalar profundamente 2 o 3 gotas de mandarina verde en un pañuelo antes de dormir.
Subir la líbido: Se masajean unas gotas en las zonas de pulso o 1 gota de jengibre en una cucharadita de miel 3 veces al día durante 3 semanas.
Controlar el hambre: Inhalar aceite esencial de canela cuando un antojo se acerca, o 1 gota de Geranio.
Superar una resaca: Gengibre para superar los mareos, se aplicaría en este caso en el plexo (3 dedos encima del ombligo) y las muñecas. O tomar 1 gota de menta piperita si duele la cabeza o una gota de albahaca si duele el estómago.
Combatir el dolor de cabeza: Una o dos gotas puras sobre las sienes de menta, lejos de los ojos, 1 o dos veces al día.
Controlar los nervios y tensión emocional: Masajear con 3 gotas puras de Palo de Rosa el plexo solar (3 dedos encima del ombligo), las muñecas o la columna vertebral.
Superar la fatiga: La canela y menta: se respira cuando se necesita y no impide el sueño, no crea adicción ni efecto rebote. Si es fatiga nerviosa, usar ciprés, si es fatiga física, 10 gotas puras de Ravintsara en la columna mañana y noche hasta mejorar.
Aliviar el calor: La menta piperita da un efecto fresco al instante y duradero. Si son sofocos de calor, 1 gota de salvia esclarea 2 o 3 veces al día, especialmente por la noche si es sudoración nocturna.
Cuidar el rostro: Mezclar varias gotas de Palo de Rosa a tu crema habitual.
Cuidar la fibra capilar seca y quebradiza: Añadir 1 gota de Ylang Ylang a su champú sin tensioactivos.
Crear buen ambiente en el hogar: esencias como la lavanda dan un ambiente agradable y puro mediante el difusor.